Operational Safety and Aeronautical Logistics
CIENCIA Y PODER AÉREO ISSN 1909-7050 / E- ISSN 2389-2468 / Volumen 14 (2) Julio-Diciembre de 2019/ Colombia/ Pp. 82-95. Doi: https://doi.org/10.18667/cienciaypoderaereo.635
Rodrigo Mezú Mina
Universidad de los Andes
1 Artículo de reflexión, derivado del proyecto: “La lucha contra el tráco aéreo ilegal desde nales de los años 1990-2018”. Grupo de investigación Análisis y Contexto. Financiado por Fuerza Aérea Colombiana.
2 Reflection article, based on the project: "the war on illegal air traffic from the late 1990s to 2018." Research Group "Analysis and Context." Funded by the Colombian Air Force.
3 Artigo de reflexão, derivado do projeto: “A luta contra o tráco aéreo ilegal desde nais dos anos 1990-2018”. Grupo de pesquisa Análise e Contexto. Financiado pela Força Aérea Colombiana.
On November 2, 2013, two Russian Tupolev airplanes, including the world’s fastest nuclear bomber, entered Colombia’s national air space with no previous authorization. The interception process and the decisions made on a strategic level have left us, following Colin S. Gray ’s theory, with some issues to reflect and some lessons that we must learn for Colombia to evolve in its decision-making process, and also for us to remember the importance of strategy in the use of air power. Specically, the lessons derived from this experience allow Colombia to reflect on how to approach a situation of asymmetrical disadvantage when facing its enemies. It also forces us to recognize that military decisions are not the only deciding factors of strategy; instead, political will, the nation’s commitment and awareness of the country ’s defense also have a role to play.
Key Words: Asymmetrical Disadvantage, Military Capabilities, Strategy, Tupolev.
No dia 1 de novembro de 2013 dois aviões russos tipo Tupolev, entre eles o bombardeiro nuclear mais rápido do mundo, ingressaram sem prévia autorização sobre espaço aéreo nacional da Colômbia. O processo de interceptação e a tomada de decisões ao nível estratégico deixaram desde a teoria de Colin S. Gray, reflexões e ensinos necessários para seguir evoluindo o processo de tomada de decisões no interior do país e manter a importância da estratégia no uso do poder aéreo. Os ensinos derivados de dita experiência, em particular, permite a Colômbia refletir sobre como administrar uma desvantagem assimétrica diante dos seus adversários. Também reconhecer que as decisões militares não são as únicas determinantes da estratégia, senão também, a vontade política, o compromisso de uma nação e a consciência pela defesa do país.
Palavras-chave: estratégia, Tupolev, desvantagem assimétrica, capacidades militares
El 1 de noviembre de 2013 dos aviones rusos tipo Tupolev, entre ellos el bombardero nuclear más rápido del mundo, ingresaron sin previa autorización sobre espacio aéreo nacional de Colombia. El proceso de interceptación y la toma de decisiones a nivel estratégico dejaron, desde la teoría de Colin S. Gray, reflexiones y enseñanzas necesarias para seguir evolucionando el proceso de toma de decisiones al interior del país y mantener la importancia de la estrategia en el uso del poder aéreo. Las enseñanzas derivadas de dicha experiencia, en particular, le permite a Colombia reflexionar sobre cómo administrar una desventaja asimétrica frente a sus adversarios. También reconocer que las decisiones militares no son las únicas determinantes de la estrategia, sino también, la voluntad política, el compromiso de una nación y la conciencia por la defensa del país.
Palabras clave: estrategia, Tupolev, desventaja asimétrica, capacidades militares
El presente artículo fue posible gracias a la colaboración de oficiales y suboficiales de la Fuerza Aérea Colombiana, en especial, aquellos relacionados con el sistema de Defensa Aérea del país, entre ellos Comandantes y Directores de Batalla, Oficiales Controladores de Armas, Supervisores, Monitores de Seguridad en Vuelo, Oficiales y Suboficiales de Vigilancia y, en general, todas las personas que en diferentes momentos tuvieron el honor de trabajar en mantener los cielos de Colombia en paz. Todas las personas anteriormente mencionadas ayudaron a complementar el trabajo de toma de decisiones desde el centro de operaciones de la FAC. Asimismo, las tripulaciones de los equipos de vuelo (aviones), tales como: seguimiento y reconocimiento, de combate y transporte Involucrados en esta misión la cual detallaremos más adelante. El método utilizado es descriptivo a través de entrevistas formales e Informales a dichos oficiales y suboficiales, así como, miembros del Ministerio de Relaciones Exteriores y fuentes abiertas en medios de comunicación.
¿Qué tanto pudo aprender la Fuerza Aérea Colombiana de una Interceptación? La respuesta algo utilitaria es simple y sencilla, mucho. La Fuerza Aérea Colombiana en 100 años de existencia ha evolucionado al ritmo Impuesto por la seguridad, la voluntad política y la preparación de su recurso humano. Floy, su moderna misión va encaminada a "Volar, entrenar y combatir para vencer y dominar en el aire, el espacio y el clberespaclo, en defensa de la soberanía, la Independencia, la Integridad territorial, el orden constitucional y contribuir a los fines del Estado"(Disposición 026 de 2019, Fuerza Aérea Colombiana). Todo lo anterior, gracias a un recurso humano altamente capacitado que, aun en medio de las limitaciones presupuéstales, ha podido reinventarse para cumplir la misión. La Interceptación de los aviones rusos es el resultado de ese aprendizaje y esta experiencia una plataforma para seguir evolucionando su operación y la visión de la seguridad estratégica como una obligación de todo aquel que osa llamarse colombiano.
Kenneth Waltz teórico de las Relaciones Internacionales es reconocido hoy en día, después de su muerte, como uno de los académicos de mayor apreciación por muchos Intemacionalistas al haberle dado fortaleza, entre otras, a esta disciplina muy luchada entre las ciencias sociales. En su libro "Theory of International Politics", Waltz (1979), resume su aporte a la disciplina con el neorrealismo y, el hegemómco del momento hoy en decadencia - Estados Unidos. Waltz ha usado estas teorías para ayudar a poslclonar una visión hegemónlca del mundo.
Para Waltz, el mundo es anárquico, pues carece de una policía Internacional que "disciplinara" a quienes se comportaran mal, egoísmo y por tanto ausencia de comunidad, entre otras, para subsistir en este mundo confuso dichos países debían buscar la autoayuda (Holstl, 1996). Esa ayuda mutua solo podría ser fructificada bajo unos recursos económicos traducidos en capacidades militares, solo Importarían los Estados más poderosos (Ehrlich y Note, 1996).
Las capacidades militares eran las únicas garantías para defender los Intereses de los Estados; en este sentido la cooperación no tendría un valor de comunidad. Cuando los países más ricos, como Estados Unidos y la Unión Soviética, posteriormente, Francia y China, entre otros, empezaron a crecer económicamente ¡rían ¡nvlrtlendo exponenclalmente en sus capacidades militares al punto de lograr alcanzar una hegemonía mundial, en unos casos y regional en otros. El balance de poderes, según Morgenthau (1948), haría su presencia cuando otros países verían a este hegemómco "Imparable" e "Inalcanzable" preocupándose, los segundos también, por aumentar su capacidad militar tratando de "balancear" o alcanzar en capacidades a su más amenazante enemigo.
Como resultado de esta competencia por la hegemonía mundial, la tecnología y su aplicación en el campo militar, serían el punto de Inflexión para toda nación que deseaba ser referente mundial y, porque no decirlo, una policía mundial. No en vano, la percepción existente durante los primeros años de la invención del avión por parte de los hermanos Wright, quienes encontraron negativas a su proyecto de parte del Gobierno de los Estados Unidos obligándolos a querer ofrecer el avión ante otras naciones europeas (Trest, 1998). Los Estados Unidos, terminan entendiendo la importancia de la aviación y luego de una confrontación entre servicios militares (Ejército y Marina estadounidenses) y de resultados históricos durante la Segunda Guerra Mundial, logran evolucionar su aviación en una crucial y decisiva máquina de guerra.
Luego, durante los años 1960 y 1970, la humanidad sería testigo de la lucha por el poder entre Europa y Asia con Estados Unidos de por medio. A principios de 1960, esta nación, se equiparó con el arsenal nuclear soviético (Lieber y Press 2006). Mientras los soviéticos luchaban por conservar sus esferas de influencia, los estadounidenses amenazaban los lugares estratégicos soviéticos en todo el mundo. La Unión Soviética tenía un plan permanente, que fue capaz de desarrollar una estrategia duradera de aumentar las capacidades militares. Los Estados Unidos concentraron sus esfuerzos en la carrera espacial. Ambos, Estados Unidos y la Unión Soviética, que no vieron llegar el surgimiento de otro poder, presenciaron cómo Francia y China se unieron al selecto grupo de potencias nucleares. Tanto la Francia de Charles de Gaulle, así como, la China de Mao aumentaron sus relaciones internacionales mejorando sistemáticamente sus acuerdos comerciales, que duplicarían los ingresos económicos en cada país.
Los resultados del crecimiento económico, entre estas naciones primordialmente, redundaron en el mejoramiento de sus capacidades militares que, a la postre, darían la tranquilidad a dichos países por mejorar la seguridad fuera de sus fronteras, así como, al interior de estas.
Existe un gran episodio dentro de la misma historia de las relaciones internacionales que generó y aún lo hace gran cantidad de reflexiones académicas, y ese suceso es la Guerra Fría. No sobra recordar es el momento donde las relaciones de los dos poderes del momento, Estados Unidos y la Unión Soviética, generan grandes tensiones por la influencia de sus dos sistemas. Los Estados Unidos, después del lanzamiento de la bomba atómica sobre dos poblaciones japonesas gozó de una ubicación privilegiada por tener el arma de mayor letalidad en todos los tiempos. Cuatro años después las tensiones aumentan al lograr determinar en 1949 que los soviéticos también habían adquirido dicha capacidad. La guerra sería armamentista, la tecnología y los eventos clave resultaron en la bipolaridad y con el debate académico encabezado por los realistas y luego por expertos en temas de seguridad nacional (Waltz, 1959 y 1979; Smoke, 1975; Wolfers, 1952, Kennan, 1947, Jarvis 1979 y Buzan 1983).
En los eventos clave sobresalen las guerras proxy1 con la edificación del Muro de Berlín, la Guerra de Corea, la Crisis de los Misiles de Cuba, la Crisis del Petróleo del Medio Oriente, Vietnam, las estrategias de contención, la disuasión, entre otros, fueron los eventos clave contextualizados del momento. Asi mismo, los debates académicos llevaban a utilizar nuevos métodos científicos, el conductismo (behavioralism), el neorrealismo y el estudio sobre los efectos de las armas nucleares, entre ellos el MAD (Mutually Assured Destruction) jugarían un papel preponderante. En aquel momento el debate interno se centra en los dos poderes y sus armas nucleares, así como la inminente llegada de una Tercera Guerra Mundial. Sin embargo, esta nunca llegaría, ya que, contrario a los supuestos neorrealistas el periodo de la Guerra Fría sería uno de los más "pacíficos" en la historia contemporánea. Con ello los realistas pierden vigencia, pues no logran predecir la caída del muro y la estabilidad que la bipolaridad había traído. Con la institucionalización del debate nuevos tanques de pensamiento son creados, tales como centros de investigación sobre paz y conflicto, enfocados a la resolución de los conflictos armados y las posibilidades de cooperación.
Al final, la bipolaridad parece haber sido primordial, pero nadie acepta las causas. Estados Unidos es visto como un agresor así tanto como la Unión Soviética. Por otro lado, Europa termina aceptando las estrategias de contención y se da inicio a los movimientos de paz de Europa occidental quienes hacen campaña contra el uso de armas nucleares en los años 1950 a 1960, las campañas de este estilo terminan siendo formativas para las investigaciones académicas de paz venideras.
Mientras todo lo anterior sucedía, Colombia, libraba una guerra irregular la cual la desangraría por más de medio siglo. El conflicto no le permitiría hacer grandes avances en otros temas, tales como económicos, sociales ni mucho menos militares. El afán de generar nuevas estrategias estaba volcado hacia el interior del país, mirar hacia el exterior, en términos de seguridad, era casi imposible.
La necesidad por nuevas estrategias conlleva a analizar los retos de seguridad de la aviación militar usando como fuente de análisis la teoría de las relaciones internacionales, descrita en esta introducción, sumando ello al trabajo realizado por Colin S. Gray2 titulado: "The Future Warfare: The need (Gray, 2012) (La ventaja futura que propone el poder aéreo en un escenario de guerra y la necesidad por una estrategia, traducción no oficial al español).
Pocos han sido los escenarios reales de nivel internacional militar que han puesto a prueba las capacidades militares de la Fuerza Aérea Colombiana, claro la Guerra con el Perú fue la prueba de fuego, pero en la actualidad son pocos los ejemplos que podríamos citar al respecto. Empero, hay uno de ellos el cual servirá como "laboratorio" al análisis realizado. Ese escenario real sucedió con la interceptación de dos aviones rusos o comúnmente llamado: la interceptación de los Tupolev.
Los antecedentes de dicha interceptación son la base para insistir en la necesidad de mutación de una gran estrategia que, hasta hace unos meses, era de carácter interno dejándole a Colombia un innegable kwon-how en experiencia en operaciones de carácter no regular con un enemigo no estatal o actor no racional (Hollis, 1990) Hoy la preocupación interna parece estar cambiando a una de carácter externo.
Un primero de noviembre de 2013, el sistema de defensa aérea de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) tendría uno de sus mayores retos. Dos aviones de fabricación rusa cruzarían su territorio y solo valdría una respuesta respetable de parte de una fuerza aérea inherentemente ofensiva (Douhet, 2009).
Más allá de las fechas y horas de salida de las aeronaves, tanto colombianas como rusas, se desea mostrar el proceso de toma de decisiones y los momentos más cruciales con el advenimiento del mes de noviembre de 2013, cuando un elemento3 de aviones rusos cruzaron espacio aéreo colombiano. Se debe hacer una salvedad sobre la clase de "enemigo" al frente de los sistemas de defensa colombianos, pues entre otras, este tiene posturas hegemónicas, ya que Estados Unidos no reconoce la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar(Riquelme-Cortado 1985) y Rusia que lo hace con algunas salvedades, debido, entre otras, a sus intereses ilimitados sobre la influencia y el mismo balance de poderes (Waltz, 1988). Esta aclaración para poder tener en contexto algo que el sensacionalismo periodístico ocultó en su reporte noticioso, durante los días ulteriores al evento captado, días después, por la prensa nacional y el cual mereció un premio de periodismo4 . Entonces, a diferencia de los americanos, la Federación Rusa ha firmado y ratificado la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar con algunos subterfugios que, a la postre, se excluye del cumplimiento completo de la misma.
Un día antes, de la interceptación, aviones rusos tipo Tupolev5 (TU-160 y TU-134) cruzaron, desde Venezuela hacia Nicaragua, el espacio aéreo colombiano sin mediar solicitud de ingreso. Venezuela está acostumbrado a este procedimiento, también los rusos quienes en ejercicios anteriores habían solicitado este paso por espacio aéreo colombiano6. Esta vez decidieron probar el sistema de Defensa Aérea de Colombia.
Al día siguiente, el sistema de alerta temprana logró detectar la salida, desde tierras nicaragüenses, de una traza7 de altísimo rendimiento (alta velocidad). Por lo cual, a un avión de reconocimiento aéreo, se le ordena salir a vuelo y así tratar de realizar el procedimiento de interceptación y el reconocimiento visual de la misma. Para ese momento un elemento de aviones de reacción, tipo K-FIR8, ya se encontraba en el aire para realizar una maniobra de defensa contra una posible aeronave hostil.
Las aprensiones, del personal del Centro de Comando y Control de la Fuerza Aérea Colombiana (CCOFA), empezaron a incrementarse al observar que dichas aeronaves se encontraban a tan solo 60 millas de la Costa Atlántica con rumbo a Barranquilla. Un escenario adverso estaba frente a la toma de decisiones de un Comandante de Batalla (OCB) experimentado y su tripulación. Una simbiosis de oficiales y suboficiales de defensa aérea y oficiales de combate serán los destinados a sortearlo. Ipso facto, se logra poner en alerta máxima a todo el personal del Comando Aéreo de Combate No.3 (CACOM3), mientras la aeronave intrusa iniciaba su viraje con rumbo norte y bordeando la costa Caribe.
Para ese momento lo peor o mejor estaba por llegar. El elemento KFIR ya se encontraba próximo a tener contacto visual con el Tupolev TU-1609. Muchos medios de comunicación, entre crónicas y caricaturas, durante los días y semanas ulteriores se mofaron de esa escena. Algunos graficaron un avión ruso muy imponente, mientras por el otro lado, se caricaturizaba un avión casi imperceptible tratando de interceptar al bombardero nuclear más rápido del mundo (Bukharin, 2004). Esa debió haber sido la escena que inmortalizó la mítica lucha entre, un pastor hebreo, David y, el hasta ahora hombre más grande del mundo, Goliat - (filisteo); lo demás es historia (Gladwell, 2013).
Lo que no registraron los periodistas, quienes cubrieron la noticia, fue el gran avance que las tripulaciones colombianas de combate han adquirido a través del tiempo. No precisamente por la experiencia del conflicto colombiano que, entre otras, vale recordar ha sido la precisión de la FAC la responsable de haber sentado a las Farc en la mesa de diálogos en La Habana – Cuba; pero tal vez, debieron haber enfatizado en el entrenamiento durante ejercicios internacionales en donde la FAC viene entrenando sus pilotos (Castro y Herrera, 2014).
Durante unos segundos hubo un gran silencio en los radios de comunicación, cuando repentinamente el elemento K-FIR reportó estar a quinientos metros por detrás de las aeronaves intrusas. Estaban listos a disparar sus misiles aire-aire, de ser necesario, sólo debía mediar una orden del CCOFA. De nó hacerles seguimiento a estas aeronaves hasta dejar espacio aéreo nacional. Un derribo era la primera opción, pero también lo era su seguimiento. Nadie titubeó, nadie hizo comentarios a aquella decisión tomada. Todos sabían la connotación política de un derribo de esta aeronave y todos se apegaron al entrenamiento de una Fuerza Aérea profesional y audaz en sus decisiones.
No es un secreto el conocimiento de la comunidad internacional sobre la doctrina defensiva y poco agresiva de Colombia. No se ataca a menos que exista amenaza letal contra la población. Este bombardero, unos segundos antes, había cambiado su rumbo y, aunque aún seguía en espacio aéreo colombiano, ya no ofrecía riesgo hacia los colombianos. Además, saber sobre su desconocimiento a muchas cláusulas de la Convención del Mar, deja en el ambiente un dejo de paso inadvertido. Otro elemento de combate se encontraba próximo a relevar los primeros K-FIR, mientras uno de los dos aviones tanqueros se establecía en un patrón de espera para, llegado el caso, brindar el retanqueo necesario. Nada de esto fue necesario. Los rusos dejaron de ser una amenaza al cruzar hacia espacio aéreo venezolano. La orden final fue regresar a casa; ya el trabajo no sería una respuesta militar sino diplomática.
El sosiego en el CCOFA fue infinito. Luego de casi una hora de incertidumbre se había podido lograr "disuadir" una amenaza inminente. Todo había funcionado a la perfección, la alerta temprana fue efectiva, así como la salida de las aeronaves y el proceso de toma de decisiones. La misión se había cumplido, así como lo hicieron aviones noruegos e ingleses con sus F-16 algún tiempo atrás y como lo haría toda nación seria y respetable a la hora de defender su soberanía. No todos los problemas de soberanía del mundo actual deben dirimirse por la vía armada, tampoco el sistema de Defensa Aérea de Colombia es infalible, pero se dejó claro que a la hora de defender su territorio no existe un enemigo pequeño (Kissinger, 1994).
Durante los días posteriores a la noticia fueron muchas las especulaciones sobre las capacidades de las aeronaves militares, en especial las de alto rendimiento. Al interior de la FAC fueron otros temas los analizados, entre ellos, sobre la estrategia.
Colombia ha estado inmersa en un conflicto armado interno, no internacional, lo cual conlleva a recapitular las decisiones tomadas durante esos momentos de incertidumbre vividas por las tripulaciones de vuelo y de comando y control en el CCOFA. La conclusión se deriva de las críticas realizadas por Gray a los Estados Unidos sobre la ausencia de estrategia de futuro en un escenario de guerra. La Fuerza Aérea Colombiana, por tener un papel inherentemente ofensivo, no puede hacer caso omiso a Gray.
El déficit estratégico de Estados Unidos ha sido constante a través de la historia. De no haber una clara estrategia de uso de medios, con el tiempo, asegura Gray, la influencia americana irá en declive. El propósito principal de este estudio es ayudar a reducir el déficit estratégico de Estados Unidos. Para este teórico, hay un error recurrente, al interior de la Fuerza Aérea estadounidense, y es frente a la inmadurez del poder aéreo y su doctrina. Existe algo llamado "incertidumbre conceptual" la cual no permite avanzar en una estrategia continua en el tiempo. Sostiene Gray, que Estados Unidos necesita diferenciar la estrategia de la guerra la cual es cambiante en la actualidad. Afirma que la futura guerra será diversa y que el valor táctico, operacional y estratégico de la potencia aérea debe ser siempre situacional.
El estudio llega a seis conclusiones necesarias para interpretar el papel no sólo de una estrategia estadounidense, también el posible estudio comparativo, útil de igual manera para Colombia:
1. La ventaja asimétrica se debe usar en su máxima expresión, las interpretaciones para el caso colombiano recaen en los recursos limitados, pero que se pueden equiparar con éxito si se logra saber definir y usar esa desventaja asimétrica.
2. Debe existir claridad sobre la diferencia entre el poder aéreo como un decisor de guerra y como un ganador de guerra, lo cual llevaría a Colombia preguntarse si aún, hoy en día, algunos ven a la Fuerza Aérea Colombiana como una Fuerza de apoyo o una institución inherentemente ofensiva capaz de ganar una guerra.
3. La alta tecnología es, y debe ser, la premisen la guerra, lo cual Colombia se ha demorado en alcanzar por innumerables variables, entre ellas la ausencia de visión política de parte de algunos tomadores de decisión (¿voluntad política?), así como, la priorización de necesidades sociales sobre las necesidades de la defensa del país. Este último punto es neurálgico, pues Colombia no es un país rico y la inversión en defensa es vista como un gasto que desde lo econométrico lo es, pero desde lo social es un tema discutible y aún falto de estudios. Al final, cuando se habla de adquirir nueva tecnología el debate es sobre cuántas escuelas o niños pobres de la Guajira se dejarán de alimentar por estas compras onerosas; sin embargo, el debate no debe centrarse en ese punto, sino en la conciencia por mantener la integridad y la soberanía del país, no en vano, a lo largo de su historia Colombia ha perdido más de la mitad de su territorio entre litigios, arreglos diplomáticos o la Guerra con el Perú.
4. Los celos entre poderes terrestres y aéreos terminan perjudicando a un país, Gray propone que el perdedor es Estados Unidos, pero Colombia no se queda atrás.
5. El fetichismo por el poder aéreo y su tecnología no puede alejarnos del real debate sobre la estrategia.
6. Únicamente la estrategia permite el uso de los medios de forma multifacética (Gray 2012). La propuesta de Gray no sólo es válida para el país del norte, también lo es para Colombia, en especial cuando la evolución de la guerra lo dejó anquilosado en un conflicto interno por más de cincuenta años. El franquear este conflicto armado interno permite que las Fuerzas Militares, en especial la Fuerza Aérea Colombiana, prepare a su personal doctrinariamente en relación con otro escenario más allá de sus fronteras aéreas. Las amenazas del cielo son latentes y debe mediar una alerta situacional que se desprenda, por antonomasia, de la doctrina después de la iniciativa y buen criterio de sus mujeres y hombres al tomar las decisiones.
La interceptación de los aviones rusos, hace seis años, fue el primer logro motivador mirando en dirección a los retos por proteger la soberanía aérea del país; sin embargo, una estrategia a gran escala, como la propuesta por Gray a Estados Unidos, permitiría preparar a una fuerza aérea pequeña y especializada como la FAC. La preparación de su personal, la actualización tecnológica y la permanente evolución en su doctrina permitirán que en el futuro los retos (amenazas) provenientes del aire sean contenidos con firmeza y profesionalismo.
1 Una guerra de proxy es un conflicto armado entre dos estados o actores no estatales que actúan bajo la instigación o en nombre de otras partes (súper poderes, en este caso) que no están directamente involucradas en las hostilidades
2 Colin S. Gray (nacido en 1943) es un pensador estratégico británico-americano y profesor de Relaciones Internacionales y Estudios Estratégicos en la Universidad de Reading, donde es el director del Centro de Estudios Estratégicos. Además, es Asociado Senior del Instituto Nacional de Políticas Públicas. Gray fue educado en la Universidad de Manchester y la Universidad de Oxford. Trabajó en el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos y el Instituto Hudson, antes de fundar el Instituto Nacional de Políticas Públicas en Washington, D.C. También ha servido como asesor de defensa tanto para los gobiernos británico y de los EE.UU. Gray sirvió desde 1982 hasta 1987 en el Comité Asesor General de la Administración Reagan sobre Control de Armas y Desarme.
3 La doctrina en la FAC identifica a un grupo de dos aviones con el nombre 'elemento'. Es la unidad básica (mínima) de combate para asegurar que uno protege al otro mutuamente.
4 La periodista Sonia Rodríguez gana premio nacional de periodismo en la categoría “mejor noticia en radio” por la revelación a cerca de la violación del espacio aéreo colombiano por parte de aviones rusos que volaron en la ruta Caracas-Managua.
5 Nombre en honor del diseñador Soviético, Andrei Nikolayevich Tupolev pionero de la industria aeronáutica de su país. Bajo su administración de esta naciente industria logra crear más de 100 prototipos de aeronaves.
6 El Espectador "Colombia no entiende por qué Rusia no solicitó autorización para sobrevolar su territorio" Edición 06 de noviembre de 2013.
7 Cuando un blanco aéreo aparece en una pantalla radar que con el tiempo deja un rastro o traza que ayuda a determinar su ubicación, velocidad y, según la tecnología del radar la altura.
8 El Kfir es un avión de combate para todo clima construido en Israel por la empresa de aviación de este país (IAI, por sus siglas en ingles), basado en el Mirage 5 francés, con aviónica israelí y una versión fabricada en Israel del motor turbojet General Electric J79. El programa del avión Kfir (Cachorro de León en hebreo) se crea por la necesidad de desarrollar la versión local del IAI Nesher el cual era producido en serie por este país. El General Charles De Gaulle bloqueó la venta de armas a Israel y esto generó un miedo en el país sionista debido a la posible pérdida de superioridad cualitativa con sus enemigos en la región, quienes para ese momento eran clientes tecnología militar soviética. La ingeniería inversa israelí sumada al espionaje del Mossad resultaron en la evolución del avión francés a una versión más potente.
9 Es importante hacer un gran paréntesis para contar la clase de aeronave quien estaba invadiendo la soberanía colombiana. Era un avión desarrollado durante la Guerra Fría como única opción para contrarrestar, o al menos hacerle un contrapeso, al Rockwell B1 Lancer, de fabricación americana (Boyne, 2002). Este periodo bipolar le demuestra a la humanidad cuan alto era el nivel tecnológico de la guerra entre dos naciones poderosas luchando por su hegemonía (Wohlforth, 1993).
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