Gestión y Estrategia / Management and Strategy / Gestão e Estratégia
CIENCIA Y PODER AÉREO ISSN 1909-7050 / E- ISSN 2389-2468 / Volumen 14 (1) Enero-Junio de 2019/ Colombia/ Pp. 20-41. Doi: https://doi.org/10.18667/cienciaypoderaereo.620
Abraham Ortiz Miranda
Universidad de Los Andes
1 Artículo de reflexión derivado de investigación. Adscrito al Grupo de Investigación “Análisis de Contexto” avalado por la Universidad de los Andes y la Fuerza Aérea Colombiana “Ciencia y Poder Aéreo” (CIPAER). Investigación Centenario Fuerza Aérea Colombiana. Financiado por la Escuela de Postgrados de la Fuerza Aérea Colombiana.
2 Artigo de reflexão derivado da investigação. Ligado ao Grupo de Pesquisa "Análise de contexto" avalizado pela Universidade dos Andes e a Força Aérea Colombiana "Ciência e poder do ar" (CIPAER). Centenário, Pesquisa da Força Aérea Colombiana. Financiada pela escola de graduação da Força Aérea Colombiana.
3 Article of Reflection taken from research. Attached to the Research Group "Análisis de Contexto - Context Analysis" endorsed by the Universidad de los Andes and the Colombian Air Force "Ciencia y Poder Aéreo", (CIPAER, by its Spanish acronym). Colombian Air Force Centennial Research. Funded by the Postgraduate School of the Colombian Air Force.
Son 100 años de historia los que ha evidenciado el país entero al mirar al cielo. Cien años de evolución y desarrollo en los que la Fuerza Aérea Colombiana ha sido inventor de grandes gestas, hazañas éstas que sólo cumplen el único fin de salvaguardar el espacio aéreo colombiano. Sin embargo, tal centenario debe ser visto a través de un foco que permita vislumbrar la completitud y complejidad de la Fuerza a partir de aquellos grandes hitos que realmente abran la puerta al universo del conocimiento de la misma. Es así que factores tales como el desarrollo tecnológico, la generación de nuevo conocimiento, la versatilidad y flexibilidad presentes en la aplicación del poder aéreo, y la profesionalización y constante formación del personal militar y no uniformado, son algunos de los factores preponderantes para que la Institución Castrense aquí reseñada pueda cumplir con su deber constitucional.
Para tal fin, el presente artículo cuenta con tres secciones en las que se pretenden analizar, someramente, tanto desde la génesis de la Institución como hasta sus tiempos actuales. Dos son los conjuntos de estructuras de desarrollo temporal que han marcado los cien años de la Fuerza, siendo tales dinámicas las que caracterizan los tres acápites de esta reflexión: en un principio, la mencionada entidad castrense se vio advocada a procesos de profesionalización y constante formación de su personal militar y no uniformado para enfrentar múltiples amenazas trasnacionales. Como segundo estadio, tal poder militar aéreo empezó a desarrollar conocimiento novedoso que le ha permitido ampliar sus capacidades institucionales en cuanto a versatilidad y flexibilidad se refiere. Lo anterior, ha tenido gran impacto a nivel internacional en la medida que dichos conglomerados, aún hoy vigentes, han coadyuvado para que esta entidad castrense trascienda las variadas fronteras nacionales; esta aludida labor ha tenido como objetivo el transformar y afianzar sus diferentes formas de relación intersubjetiva, lo cual ha permitido que este organismo del Estado pueda apoyar tanto a distintas naciones del mundo de manera humanitaria como a la investigación científica a la par.
Palabras clave: desarrollo tecnológico, Fuerza Aérea Colombiana, estructuras temporales, generación de conocimiento, poder aéreo, profesionalización.
The entire country has witnessed 100 years of history when looking at the sky. One hundred years of evolution and development in which the Colombian Air Force has been the inventor of great achievements, feats that only fulfill the sole purpose of safeguarding Colombian airspace. However, this centennial must be seen through a focus that allows glimpsing the completeness and complexity of the Force from those significant milestones that actually open the door to the universe of knowledge of it. Therefore, factors such as technological development, the generation of new knowledge, the versatility and flexibility involved in the application of air power, and the professional development and constant training of military and non-uniformed personnel are some of the predominant factors for the Military Institution outlined herein to fulfill its constitutional duty.
For such purpose, this article has three sections which aim to briefly analyze both from the genesis of the Institution to its present times. Two of them are the sets of structures of temporary development that have defined one hundred years of the Force, being such dynamics those that characterize the three headings of this reflection: Initially, the aforementioned military entity was involved in processes of professional development and constant training of its military and non-uniformed personnel to face multiple transnational threats. As a second stage, such air military power began to develop new knowledge that has allowed it to expand its institutional capabilities in terms of versatility and flexibility. This has had a significant impact at the international level insofar as these conglomerates, which are still in force today, have helped this military entity transcend the various national borders; this work has had the objective of transforming and strengthening its different forms of intersubjective relationship, which has allowed this State organism to support both different nations of the world on a humanitarian basis as well as scientific research at the same time.
Key words: Technological Development, Colombian Air Force, Temporary Structures, Generation of Knowledge, Air Power, Professional Development.
São 100 anos de história evidenciados para um país enteiro ao olhar para o céu. Cem anos de evolução e desenvolvimento nos quais a Força Aérea Colombiana tem sido a inventora de grandes proezas a fim de cumprir com o único propósito de proteger o espaço aéreo colombiano. No entanto, esse centenário deve ser visto através de um foco que nos permite vislumbrar a completude e a complexidade da Força, a partir desses grandes marcos que realmente abrem a porta para o universo de seu conhecimento. Assim, fatores como desenvolvimento tecnológico, geração de novos conhecimentos, versatilidade e flexibilidade na aplicação do poder aéreo, profissionalização e treinamento constante de militares e não-uniformizados, são alguns dos fatores predominantes que a Instituição Militar aqui descrita necessita para cumprir seu dever constitucional.
Para esse fim, o presente artigo abrange três seções nas quais se pretendem analisar, apenas a partir da gênese da Instituição ate seus tempos atuais. Existem dois conjuntos de estruturas de desenvolvimento temporário que marcaram os cem anos da Força Armada sendo tais dinâmicas as que caracterizam as três posições da presente reflexão: no início, a entidade militar acima descrita foi preconizada para processos de profissionalização e treinamento constante de seus militares e não-pessoal uniformizado, para enfrentar ás várias ameaças transnacionais. Numa segunda fase, o poder aéreo começou a desenvolver novos conhecimentos que lhe permitiram expandir suas capacidades institucionais em termos de versatilidade e flexibilidade. O acima exposto, tem tido grande impacto a nível internacional, na medida em que tais conglomerados, ainda hoje em vigor, têm sido essenciais para esta entidade castrense possa transcender as sortidas fronteiras nacionais. Este trabalho teve como objetivo transformar e fortalecer suas diferentes formas de relacionamento intersubjetivo, o que permitiu ao órgão do Estado, dar muito apoio a diferentes nações, tanto de maneira humanitária quanto de pesquisa científica.
Palavras-chave: desenvolvimento tecnológico, Força Aérea Colombiana, estruturas temporárias, geração de conhecimento, Força Aérea, profissionalização.
La conjugación constante que sucede entre las inquietudes de los diferentes mandos de la Fuerza y el ahínco del multipolar personal de la misma, son las variables que han edificado y custodiado la aviación militar colombiana durante sus cien años de historia. El desarrollo tecnológico, la generación de nuevo conocimiento, la versatilidad y la flexibilidad presentes en la aplicación del poder aéreo, así como la profesionalización y la constante formación del personal militar y no uniformado, han sido algunos de los factores preponderantes para que la Fuerza Aérea Colombiana esté en continuo cumplimiento de su deber constitucional. Cometido puesto en marcha desde el primer día que decolaron sus aeronaves a los cielos patrios.
En el trasegar de la consecución de sus objetivos, la Fuerza Aérea Colombiana ha materializado acciones relevantes para el mantenimiento de la nación, espacios que han permitido la visualización de las variables y los factores anteriormente descritos. Sin embargo, para el presente estudio, la preponderancia y elección de algunos momentos históricos del accionar de la FAC responde a que en ellos se destaca la generación de nuevas estructuras: de nuevos modus vivendi que gestan excelentes resultados tanto para la Institución, en un primer estadio, como para el Estado colombiano en un segundo momento (Goberna, 2003, pp. 218-222). De allí que se le sugirió a la mirilla centrarse en aquellos acontecimientos que traspasan las conciencias de los contemporáneos para ser más que una explosión, una llamarada que obnubila a los mismos; a enfocarse en aquellos hitos que han dado paso a la conformación de estructuras temporales y que han permitido que la institución trascienda al simple hecho de ser nada más que una organización.
A su vez, tales estructuras se ven enmarcadas en complejas dinámicas temporales que permiten explicar las razones de su génesis. Sucesos como el conflicto con el Perú y la Segunda Guerra Mundial dieron a conocer a la nación colombiana la necesidad de contar con un poder aéreo tecnológicamente desarrollado en razón de sobre guardar la soberanía nacional. Lo anterior, trajo consigo el abandono de toda práctica empírica por parte del personal del vuelo lo cual permitió su cabal especialización.
Partiendo de dicho contexto, en un segundo de estadio, este artículo se concentra en determinar los hechos que causaron el ahondamiento y afianzamiento de las prácticas descritas, las cuales dieron lugar a un nuevo conocimiento sobre las capacidades que han tenido las distintas flotas de aeronaves con las que han contado la Fuerza Aérea Colombiana, para así interconectar los variados centros de población con las múltiples zonas periféricas y de difícil acceso del país. No fue solamente por medio del desarrollo de ataques estratégicos de precisión1 con los que la Fuerza coadyuvó para que las regiones del país se interconectaran y recuperaran su pacífico bienestar, sino que a su vez, la misma ha alcanzado capacidades de transporte aéreo que facilitan la movilidad de la gente, agilizando diversos procesos de intercambio.
En un tercer momento se pretende analizar los alcances que ha tenido la institución castrense, aquí estudiada, a nivel internacional en razón de que la misma ha participado como miembro activo en distintos y trascendentales ejercicios militares. Ejercicios que le han permitido llegar a lugares recónditos de la geografía nacional, a la par que ha podido apoyar diversas labores humanitarias en distintos países del mundo. Finalmente, la conclusión dará cuenta sobre las diversas estructuras temporales que han pervivido durante los cien años de historia de la Fuerza Aérea Colombiana y sus influjos sobre la nación.
Se ha de comprender entonces que el presente artículo trasciende el simple hecho de ser un recuento histórico cronológico de los distintos estadios que ha transitado la Fuerza Aérea Colombiana hasta el día de hoy. Por lo tanto, se planteó como objetivo: profundizar en los hitos históricos de la FAC, con el fin de determinar aquéllos puntos temporales que, si bien pudieron gestarse de manera disruptiva o como secuencia de un proceso lógico de desarrollo, generaron continuidades históricas las cuales han permeado las prácticas de la Institución durante estos cien años.
Relegándose a un segundo plano tanto personajes como actores que han alcanzado reconocimiento al interior del ente castrense aéreo (entre ellos, aeronaves o determinadas infraestructuras aéreas), la preminencia de esta investigación partirá de la comprensión de las continuidades temporales o históricas como aquéllas actividades humanas que presentaron un novedoso talante y que las hicieron suficientes para ser adoptadas como prácticas rutinarias en las comunidades donde se gestaron y desarrollaron. Si bien se conmemoran ciertos sucesos clave al interior de la Institución, lo crucial aquí no son ellos como tales, sino las prácticas que dichos acontecimientos acarrearon, los cuales han trascendido en todo el trasegar de la Fuerza Aérea Colombiana, debido a que son ellas las que nos presentan las bases dialécticas para la comprensión de la conformación de las estructuras temporales antes enunciadas 2,3
Si bien realizar una narrativa absoluta de la historia que ha forjado la Fuerza Aérea Colombiana durante un siglo de existencia es una tarea apoteósica y casi imposible, el adelantar un acercamiento aproximado sobre la misma significa generar un conocimiento eficaz y comprensible de sus estructuras temporales, de los derroteros que ha experimentado, y de sus valores pretéritos y tradicionales a razón de que una entidad castrense como la aquí estudiada, como lo menciona Goberna (2003), “es siempre un pasado, de este modo, un cierto pasado vivo” (p. 218). Sin negar, además, que son las continuidades temporales construidas y establecidas a través de un siglo de existencia las que han dado paso a una estructura, a un indudable “ensamblaje, una arquitectura; pero, más aún, una realidad que el tiempo tarda enormemente en desgastar y en transformar” (Braudel, 2006, p. 8), al interior de la Fuerza Aérea Colombiana.
Es en dicho ensamblaje donde reside la importancia de los acontecimientos que traspasan las conciencias de los contemporáneos para ser más que una explosión o una llamarada que los obnubila, tal y como se mencionó anteriormente. Al ser testigo de movimientos muy profundos, se llega a la conclusión de que los mismos deben estar cargados de una serie de significaciones y relaciones que sean capaces de presentar consecuencias de tal magnitud que se aproximen al reloj de tiempo de Fernand Braudel: “primero, del acontecimiento a la estructura, y, después, de las estructuras y de los modelos al acontecimiento” (2006, p. 4, 32).
En otras palabras, son de suma importancia sólo los hitos aeroespaciales de la entidad que representan un tipo de acontecimiento que entra en dialéctica con aquella arquitectura que le rodea, para romper con “los viejos ciclos y con las tradicionales costumbres” (Goberna, 2003, p. 218) del mundo castrense. Son únicamente aquellas intervenciones que realmente señalan un cambio, una nueva fase o un nuevo modo de estar que destacan por sí mismas, por motivo de gestar nuevas estructuras que se vuelven casi imperecederas al trasegar del tiempo relacionando el pasado con el presente en “un continuo ir y venir” (Goberna, 2003, p. 219). Por consiguiente, se debe tener en la mirilla únicamente aquellos hitos trascendentales que realizó la Fuerza Aérea Colombiana y con los cuales logró la construcción de realidades que han tenido una prolongación temporal extensa a pesar de que las mismas muten imperceptible y lentamente; de esta forma sobresalgan en la institución, “las grandes permanencias o semipermanencias, tanto conscientes como inconscientes” (Goberna, 2003, pp. 221-222).
A partir de lo anterior, se estableció como ruta de trabajo una investigación de carácter cualitativo de orden histórico que, a partir de la reconstrucción de diversos hechos del pasado de la Fuerza Aérea Colombiana, pretende encontrar estructuras que permitieran explicar la necesidad del establecimiento y la consolidación de una institución castrense como lo es la Fuerza Aérea Colombiana, resaltando en todo momento sus cambios y continuidades temporales.
Los roles que le fueron concedidos a la Fuerza Aérea Colombiana florecieron por motivo de la necesidad imperiosa que presentó el Estado Colombiano a principio del Siglo XX de proyectarse como un ente organizado, fuerte, estable y progresista. Influenciadas las administraciones de la época por los positivos resultados presentados por la aviación militar durante el desarrollo de la Primera Guerra Mundial y por el menester de la reconstitución nacional después de la finalización de la Guerra de los Mil Días, el presidente José Vicente Concha decretó y nombró, el 7 de septiembre de 1916, a la primera comisión de militares que tendrían como objetivo cursar en el exterior la para entonces novedosa fase de vuelo. No obstante, tal sueño de volar se volcó en realidad el 31 de diciembre de 1919 cuando el presidente de la época, Marco Fidel Suárez, creó mediante la Ley 126, de ese mismo año, la Escuela Militar de Aviación, alma mater de los pilotos militares de Colombia (Forero, 1994, p. 33).
Si bien a la Fuerza Aérea Colombiana se le presentaron obstáculos en sus inicios para establecerse como cuerpo castrense de la nación, fue el despliegue de las primeras operaciones aéreas las que le demostraron al país lo trascendental del actuar de la aviación militar en el contexto del sostenimiento de la soberanía. Hechos como el asedio aéreo realizado sobre el bastión de Güepí en el marco del conflicto colombo-peruano, fueron los que evidenciaron cómo tan sólo una simple victoria decisiva desde el aire puede generar y mantener en paz los territorios de nuestra rica geografía (Villalobos, 1993, pp. 70-72).
En el escenario de operaciones del trapecio amazónico, el triunfo colombiano germinó a razón del proceso de estandarización al que se vio sometida tanto la instrucción como la formación de los aviadores y mecánicos colombianos. Debido a las pugnas territoriales gestadas en el marco de la explotación cauchera de inicios de siglo XX, detonante este del conflicto colombo-peruano por motivo de la violación del tratado fronterizo firmado en 1922 por parte del Perú (Palacios, 2002, pp. 514-517), el vuelo primario y el mantenimiento se comenzaron a especializar a tal punto que las prácticas empíricas se abandonaron por completo. Inclusive, se procuró traducir los manuales existentes para aquél tiempo “lo mejor posible al español y elaborar otros, siguiendo el lineamiento de los existentes e incorporando la experiencia que se había adquirido en los años anteriores” (Peña, 2015, p. 30).
Tal versatilidad propia de la aviación militar consistente en allegar y acercar rincones distantes de Colombia en poco tiempo (MADBA, 2013, pp. 62-62, 74), y determinante para la finalización de los enfrentamientos con el Perú, se continuó reflejando en el hecho de la vigilancia especializada que realizó la Fuerza Aérea Colombiana en las costas caribeñas durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. Para ello, la Institución prosiguió en su camino de desarrollo tecnológico para así seguir liderando el poder aeroespacial en pro de la defensa nacional, renovando sus flotas de aeronaves de aquél entonces por los estables y ágiles aviones norteamericanos: Texan AT-6.
El hundimiento de la goleta Resolute a 50 millas náuticas al nordeste de San Andrés y a 35 de Providencia, y el hecho del rompimiento de relaciones que realizó el gobierno del entonces presidente Eduardo Santos con los países del Eje, tuvo como consecuencia que el Estado Colombiano organizara patrullajes y vigilancia en el litoral caribe del país, encargando la realización de tal tarea en el menor tiempo posible a la aviación militar nacional (Forero, 1994, pp. 68-69).
Dichos preceptos fueron los que obligaron el surgimiento y afianzamiento de la aviación militar colombiana de ala rotatoria, gestándose así, de manera sincrónica, la primera Base Aérea de Helicópteros del país y su correspondiente y prestigiosa Escuela de formación, todo debido al gran número de tales equipos de vuelo adquiridos por el gobierno de aquél tiempo. Tan sólo un año después del advenimiento de la primera aeronave de ala rotatoria a la Fuerza Aérea Colombiana es que los turbos reactores se toman la institución. A partir de la incursión en la Fuerza del Silver Star T-33 de la Lockheed para el año de 1954, es que la nación entera ingresa a la era del jet, época dorada que daría como resultado la creación del Servicio Aéreo a Territorios Nacionales (SATENA), una aerolínea cuya punta de lanza es la integración económica y social de las regiones más apartadas del país, reflejo de la materialización continuada de los objetivos siempre presente en el desenvolvimiento temporal de la FAC (Forero, 1994, pp. 160-163).
Sin embargo, el país sufre dos grandes conmociones que pretendieron desestabilizar su modus vivendi: el paso y la conversión de las antiguas guerrillas liberales a guerrillas con talante marxista, hacía inicios de la década de los sesenta, y la incursión del narcotráfico hacía finales de los años setenta. Frente a tales cuestiones, las respuestas de la Fuerza Aérea Colombiana fueron y han sido efectivas, ya que por medio de la innovación e ingenio presentes al interior de la Institución es que miles de colombianos gozan de bienestar y felicidad en el seno de sus hogares.
Un ejemplo de lo anterior es la adaptación y desarrollo de armamento aéreo para equipos tales como el DC-3, T-37 Tweet, o UH-60L; estos llegarían a ser conocidos posteriormente como AC-47T Fantasma, OA-37B Dragonfly y AH-60L Arpía. Para el caso de éste último, en los años noventa se le concibió, en primer lugar, como una aeronave de transporte, siendo el desarrollo del Arpía la consecuencia de la necesidad al interior de la Fuerza de contar con equipos que se destacaran en la lucha contra la insurgencia y la ilegalidad (Hernández, 2015, pp. 57-62), sobresaliendo el mismo en operaciones tales como Vuelo de Ángel. Tal operación tuvo como objetivo la recuperación de la capital del Vaupés en el año 1998, a razón que Mitú había sufrido el embate de alrededor de 600 combatientes de la guerrilla de las FARC, los cuales lograron tomar el casco urbano en su totalidad. Tan sólo 72 horas después de la toma ilegal, la capital del Vaupés sería efectivamente recuperada gracias al asedio realizado por la aviación militar colombiana. Con base en tal acción, se gestó como repercusión que los ataques en masa realizados por las guerrillas en el suroriente del país se convirtieran en desventaja ante la capacidad de reacción y alistamiento presentes en la Fuerza Aérea Colombiana. Lo anterior, es muestra plausible de la continua puesta en marcha de la versatilidad y flexibilidad presentes a hora de la aplicación del poder aéreo colombiano (Marín, et al., 2016, pp. 23-28).
En esta misma línea, es que la adquisición de aeronaves tales como el A-29 Súper Tucano, han fungido un papel estratégico en la Institución: por medio de la utilización de los mismos es que ningún tipo de grupo armado ilegal ha podido triunfar en la realización de sus objetivos, independientemente de las perspectivas políticas o económicas que dichos puedan contener. Tales triunfos se deben a los constante procesos de aprendizaje a los que los pilotos de la Fuerza se han visto sometidos desde la creación de la misma, estando respaldados sus reentrenamientos en los exitosos aportes que ellos mismos han brindado en los distintos ejercicios internacionales tales como Mapple Flag del año 2013 o Green Flag de 2016.
Fue en el año 2013 donde equipos de A-29 Supertucano, KC-767 y C-130 Hércules de la Fuerza Aérea Colombiana realizaron “entrenamiento operacional en misiones aire-aire, aire-tierra, apoyo aéreo cercano, reconocimiento, reabastecimiento y operaciones especiales” (Fuerza Aérea Colombiana, 2015, párr. 1). Las misiones se llevaron a cabo en la Base Aérea canadiense de 4 Wing Cold Lake, Canadá, en donde “el equipo A -29 Supertucano cumplió 144 misiones, interactuando permanentemente con aeronaves tipo F-16, F-18, C-130, KC-767 y AWACS” (Fuerza Aérea Colombiana, 2015, párr. 4). También se realizaron ejercicios con el radar de la base aérea canadiense de 4 Wing Cold Lake, en donde se dispuso que dos oficiales controladores de armas de la Fuerza Aérea Colombiana hicieran parte del equipo que se encargó de guiar el ejercicio. Como complemento a tal hito, en el año 2016, 45 hombres y mujeres de la Fuerza Aérea Colombiana, con base al escuadrón A-29 Supertucano, operaron “combinadamente junto a las aeronaves estadounidenses A-10 Thunderbolt II, realizando misiones de apoyo aéreo cercano, buscando así garantizar la supervivencia de las tropas en tierra” (Webinfomil, 2016, párr. 2). Fue en la ciudad de Bossier, Lousiana, donde se realizaron las misiones del ejercicio; allí “está ubicada Barskdale, base estratégica de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos” (Webinfomil, 2016, párr. 4). Desde tal punto, “cuatro aeronaves Supertucano consolidaron un total de 80 horas, cumpliendo 20 misiones de apoyo aéreo cercano aplicando la Fuerza a objetivos en movimiento, operando en escenarios urbanos y cumpliendo misiones de rescate a pilotos eyectados, entre otras” (Webinfomil, 2016, párr. 4).
Pero históricamente, la Fuerza Aérea Colombiana no sólo se ha centrado en la realización de operaciones aéreas de talante militar, en donde también destacan las intervenciones realizadas por los recordados Mirage M-5 de la Dassault, quienes, en compañía de sus sucesores, los poderosos y modernizados cachorros de león, los israelitas K-fir, ayudaron a recuperar grandes extensiones del territorio nacional en operaciones tales como la Operación Delta del año 2002 (Marín, et al, 2016, pp. 28-32). El excelente rendimiento de estos equipos de vuelo supersónico se ha visto reforzado por que sus pilotos han sido parte de prestigiosos ejercicios internacionales tales como Red Flag del año 2012. Dicho evento brindó entrenamiento real de combate aire-aire y aire-tierra, bajo unas condiciones seguras de operación; en el mismo se resaltó el hecho de que son pocos los países llamados a ser partícipes de éste evento debido a los altos estándares de exigencia y calidad allí establecidos:
Como parte de un paquete de misión que incluía 60 aeronaves, los aviones K-fir apoyaron las operaciones de Búsqueda y Rescate en Combate, bombardeos a objetivos en tierra, la búsqueda de misiles SCUD, la ubicación de objetivos de alto valor y las misiones defensivas aire-aire contra aeronaves enemigas (Webinfomil, 2012, párr. 3).
Sin embargo, en la Fuerza Aérea no sólo se destacan operaciones tales como Sol Naciente, Alcatraz, Fénix, Sodoma u Odiseo, las cuales arrojaron como consecuencia el debilitamiento de las diferentes estructuras de los distintos grupos armados ilegales al golpear sus figuras de poder. Gracias a la intervención oportuna, de nuestra hoy festejada Institución, es que se logró neutralizar peligrosos cabecillas insurgentes tales como alias “el Negro Acacio” y alias “Martín Caballero” en el año 2007, alias “Raúl Reyes” en el año 2008, alias el “Mono Jojoy” en el año 2010 o alias “Alfonso Cano” en el año 2011, dando así parte de victoria al cumplir su deber constitucional (Marín et al, 2016, p. 45).
A la par, en sus cien años de historia, la Fuerza Aérea Colombiana ha realizado misiones de apoyo humanitario a todas aquellas poblaciones que se han identificado como en situación de riesgo, cruzando así fronteras internacionales para cumplir tal objetivo. Tal es el caso de las 15 toneladas de ayuda entregadas por el avión Atlas Boeing 737 a Chile, durante el año 2015, a raíz del terremoto allí acontecido (Fuerza Aérea Colombiana, 2015, párr. 1); o las más de 30 toneladas de ayuda entregadas por el Júpiter Boeing KC-767 a Perú, durante el año en 2017, por motivo de las inundaciones ocurridas en dicho país (Fuerza Aérea Colombiana, 2017, párr. 1). sin contar las 60 toneladas de ayuda que se han transportado en los robustos C-130 Hércules para los damnificados de la tragedia de Mocoa (El Colombiano, 2017, párr. 1).
Tales potenciales y habilidades de la Fuerza Aérea Colombiana se deben a que aeronaves como el Boeing Júpiter KC-767 y C-130 Hércules estuvieron presentes en encuentros como el Maple Flag o Cruzeiro do Sul Exercise CRUZEX, ambos del año 2013. Durante el desarrollo del primero, la aeronave C -130 Hércules se destacó en las operaciones en las que participó como lo menciona el siguiente informe:
El C -130 Hércules desarrolló operaciones especiales de transporte infiltración y ex filtración de tropa, seis lanzamientos de carga y 120 de paracaidistas representantes de las Fuerzas Militares de Alemania, Canadá y Colombia en las modalidades de HAHO (salto a gran altura con apertura a gran altura) y HALO (salto a gran altura con apertura a baja altura) (Fuerza Aérea Colombiana, 2015, párr. 5).
Por su parte, la aeronave KC-767 también demostró su destacable capacidad operacional durante el desarrollo de la versión número 46 del Maple Flag. Lo que se hace explícito en el siguiente apartado:
(...) el equipo KC -767 realizó 24 salidas que permitieron 134 conexiones de reabastecimiento en vuelo por parte de los F-18 canadienses, transfiriendo 95.000 galones de combustible bajo los estándares de operación de la OTAN (Fuerza Aérea Colombiana, 2015, párr. 6).
Por otro lado, en las bases aéreas de la Fuerza Aérea Brasileñas de Natal y Recife, la Fuerza Aérea Colombiana participó del ejercicio militar Cruzeiro do Sul Exercise CRUZEX. En él tomaron acción seis OA-37B Dragonfly y el KC-767, realizando “misiones de combate aireaire, aire-tierra, comando y control, inteligencia, vigilancia, reconocimiento, aplicación de maniobras evasivas, operaciones especiales de transporte, capacidades de retanqueo en el equipo 767” (Defensa. com, 2013, párr. 2). Todo lo anterior, como lo menciona el mismo portal web, se empleó en escenarios de “interoperabilidad, de acuerdo a los procedimientos establecidos en la OTAN, con el propósito de fortalecer las capacidades de las Fuerzas Aéreas Aliadas de todo el mundo” (2013, párr. 2).
La Fuerza Aérea Colombiana también ha destacado por la gran cantidad de datos de inteligencia y vigilancia especializada que es capaz de recolectar en tiempo real. Lo anterior gracias a la puesta en operación de los ART adquiridos por la Fuerza, siendo estos equipos de vuelo ideales para labores de reconocimiento por su bajo costo de puesta en marcha, “su pequeño y sigiloso tamaño y sus grandes autonomías que les permiten estar en vuelo durante gran tiempo sobre sus objetivos sin ser detectados” (Webinfomil, 2011, párr. 2).
Además, desde la llegada de los UAV ScanEagle de la InSitu en el año 2006, los ART también se han destacado puesto que al no contar con tripulación a bordo de la aeronave, estos sobrepasan los límites de operación impuestos por el agotamiento humano.
Otra gloria de la Fuerza, y que los anales del tiempo han de enarbolar es la primera misión llevada a cabo a la Antártida. Con fines científicos y de investigación, 13 oficiales y suboficiales dejaron abierta la brecha para “el desarrollo de estudios astronómicos, la experimentación científica, así como el lanzamiento, recolección de datos y recuperación de elementos relacionados con el ámbito espacial” (El Tiempo, 2015, párr. 5).
En pocas palabras, se puede vislumbrar que la Fuerza Aérea Colombiana es una institución de aviación militar que en todo momento se actualiza, se proyecta y se mantiene al tanto de los avances tecnológicos, que aún con cien años de historia siempre es capaz de unir y mantener todo el territorio colombiano bajo el latir de una sola bandera. Además, es capaz de acudir prontamente en ayuda de todos aquellos que lo necesitan, manteniendo siempre la soberanía del espacio colombiano y la legitimad de las leyes de la nación.
Como se evidencia a partir de las reflexiones anteriormente expuestas, las capacidades que tiene el poder aéreo colombiano ̧ hasta el día de hoy, se deben en razón a que, si bien fueron distintos los momentos y circunstancias en los que surgieron, sus múltiples estructurales temporales se entrecruzan constantemente en las distintas operaciones aéreas desarrolladas, elemento que ha dado resultados favorables para la Fuerza Aérea en sus tareas de defensa y protección de la nación entera.
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1 Bombardeos de precisión sobre objetivos militares específicamente delimitados y estudios bajo el marco del DIH y el Derecho Operacional.
2 Para el presente estudio, son conceptos sinónimos tanto continuidad histórica y continuidad temporal, como estructura temporal.
3 Para el lector interesado en una reseña histórica de la Fuerza Aérea Colombiana, que puntualice en hechos, sujetos y eventos conmemorativos, puede revisar la bibliografía aquí utilizada, en especial el libro del señor Mayor (R) Oscar Forero: 75 Años en los Cielos Patrios.